Te fuistes en silencio

Es la primera vez que escribo en mi blog, hace ya días que lo creé y todavía estaba en la duda de cual sería mi primera entrada.

Por fin lo he tenido claro, he de hablar sobre mi madre, esta madre que me dió la vida.

Te tocó vivir esa horrorosa experiencia que fue la guerra civil, experiencia que endureció los corazones de millones de españoles.

Tuvistes tres hijos (Antonio, Pepi, Miguel Angel), a pesar de que el ginecólogo de la época os aseguraba que no podíais tener más hijos, y resulta que entonces aparecí yo, ya dí guerra desde el principio.

Cuando yo tenia 12 años nos vinimos a vivir primero a Santa Coloma de Gramanet y luego al año, al domicilio definitivo de Barcelona.

Fueron pasando los años, nos fuimos haciendo mayores, se casó el mayor, Antonio, y por fin, llegaron los nietos, el primero Pablo, vaya castaña (en el buen sentido de la palabra) que si quiero la leche de color rojo, que si la quiero amarilla, buffff con tal de no oirlo, vaya rabietas que pillaba y que nos ponía a todos de los nervios, menos a tí. Y a partir de ahí, ya fue todo de corrido, nace Belén, se te casa el pequeño de la casa y de golpe y porrazo en seis años nacen Esther, Albert y Adrian, en total cinco nietos a cual más guapo.

En mi queda y lo echo en falta, tus llamadas por la noche haciendo repaso de todos, de que todos estuvieramos ya en casa y si todos estábamos bien. En fin mami, que sepas que si algún día te retrasabas en la llamada eramos nosotros los que te echabamos en falta.

De mi madre, podría estar recordando muchisimas situaciones, recordar infinidad de detalles, todas buenas, porque fue una buena madre, una gran mujer.

Y como si de una prueba más que te pusiera ese Ser Supremo que nos dá la vida, no puedo entender por qué permite que una persona maravillosa y buena, sufra de la manera que sufristes, tanto para nada, en exceso, luchastes hasta el último aliento de vida que tuvistes. Es duro para un hijo pensarlo, pero lo pensé, dí gracias a Dios de que te llevara a su lado, porque estoy seguro que estás ahí con él, despues de tanto sufrir por fin tu cuerpo se liberaba de tanto dolor físico que te maltrataba. Tu alma está entera.

Siempre te recordaremos.

Hace poco una persona me dijo lós seres queridos están con nosotros mientras los recordemos. Tú siempre lo estarás.

Un día de Mayo te fuistes en silencio.